Ya sabemos que los que se dedican a la economía especulativa pueden actuar libremente gracias a las facilidades que les dan los gobiernos, con el riesgo de crisis y aumento de la desigualdad que esto implica. Al final se consigue que la mayor parte de la riqueza esté en manos de unos pocos que siempre salen ganando. Ahora se pretende que también las multinacionales que se dedican a ganar dinero en la economía productiva, también tengan la máxima libertad para hacer y deshacer a su antojo. Con el TTIP que se está negociando en secreto entre EEUU y la UE, se dará todo el poder sobre la economía y el trabajo a las multinacionales y a sus intereses particulares, en detrimento de los gobiernos elegidos democráticamente, y perjudicando seriamente nuestros derechos, como trabajadores y como ciudadanos.
¿Lo vamos a permitir? Y recuerda, la información es poder.
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